La newsletter ya no es lo que era.
Como dice cierta película: el cartero siempre llama dos veces.
Pero primero la referencia.

Como sabes, he comenzado publicar unas slowletters que en principio son solo un resumen mensual de lo publicado.
Pero después de leer el artículo de referencia pueden ser algo más.
Hasta no hace mucho, a la gente le gustaba recibir cartas. Con el correo electrónico, la mayoría de esas carta no son más que propaganda sin apenas interés.
Una nueva vuelta de tuerca fue el email marketing con una estructura más o menos conocida por la mayoría de los marketeros.
Y ahora se vuele a la carta original en donde cuentas a una amiga las novedades sobre un tema determinado cuando no directamente noticias de la prensa.
Algo parecido a lo que hace Lady Whistledown en la serie de los Bridgerton.
Disculpa el spoiler; pero es algo que podrías haber conseguido por tu propia cuenta con una pequeña búsqueda en la red.
Es esa cercanía del boletín de Lady Whistledown la que admite cualquier tipo de propaganda. O tal vez lo haga de forma sibilina nombrando algún local comercial de soslayo.
Pero te seguirás preguntando: ¿Que hay para mí de todo esto?
¿Me estás intentando vender uno de los mejores cursos de email marketing que hay ahora en el mercado? ¿Me estás anticipando lo buenas que van a ser tus próximas slowletters?
¿O volverás a mencionar las bondades de tu copymentario?
No te preocupes, es algo más sencillo que todo esto. Intenta recuperar alguna de aquellas cartas físicas que escribiste hace mucho tiempo (los más jóvenes puede que ni las conozcan) y compárala con tus newsletters actuales.
Si acaso las tiraste todas, siempre hay cartas literarias que puedes localizar por la red. Como te dije al principio, el cartero siempre llama dos veces.